EL CONTACTO CON LA TIERRA

Por: Franklin Sánchez Mansilla
 

Maras se ubica a 3380 m.s.n.m. y esta a una distancia vía Izcuchaca-Chequerec de 48.10 Km, partiendo del Cusco;  tiene dos guardianes eternos, bueno esto hasta que el hombre no siga atentando contra el ecosistema, el nevado del Valle Sagrado de los Incas y la de Vilcabamba. Así mismo, fue paso obligado de arrieros que con sus recuas transportaban productos tropicales como la hoja de coca, también es famosa por su mina de sal que desde los tiempos del incanato sirvió como medio de intercambio económico.

En Maras el primer día de Agosto están de fiesta,  ya que se realiza el “Festival de la Huatia,” que es un contacto del hombre con la tierra, no es una comida más de nuestra abultada gastronomía, sino que es un rito social con un profundo significado. Es un plato precolombino que se realiza generalmente en la época de la cosecha de la papa.

Cuentan los antiguos que Huatio era una distinguida deidad inca, quien servía de enlace entre los dioses y los agricultores a quienes les enseño cultivar la tierra y a amarla.

Narraba un amigo, que la diferencia entre la Huatia y la pachamanca, era que en la primera existía un contacto mayor del hombre con la tierra, pues el andino agradece a la tierra por brindarle sus frutos, horneando la papa bajo la tierra.

La tierra por ser dadora de frutos, debe merecer respeto, no envenenarla como lo están haciendo las grandes potencias, porque al fin y al cabo allí han de ir a parar nuestros huesos, los comuneros de Maras entienden esto, por ello realizan este ritual embrionario con la Pachamama.