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NAVIDAD, UNA FIESTA DE PAZ Y AMOR O UN NEGOCIO…

La navidad es la  fiesta tradicional más grande en el mundo, donde se celebra el nacimiento del niño Jesús en nuestros hogares, es un tiempo que nos invita a reflexionar sobre el amor que Dios nos viene dando a los hombres; es un acontecimiento divino y humano, que será siempre actual, mientras haya un hombre en la tierra y que cuya finalidad es transformar al hombre y convertirlo en un ser lleno de esperanza y alegría.

Para los católicos es día de precepto, donde recuerdan el nacimiento del niño Jesús asistiendo a misa aunque no sea domingo, y así cumplir ese precepto el 24 de diciembre por la tarde o a cualquier misa del día siguiente que es  25. Ésta tradición cristiana al igual que los católicos también la celebran diferentes religiones, hasta los ateos y los enemigos de la Iglesia se detienen y celebran, a su manera este acontecimiento de salvación.

Sin duda es el recuerdo más grande que el mundo tiene de Jesucristo, sin embargo con el pasar de los años se ha ido perdiendo su verdadero significado convirtiéndolo en un acto comercial y  diversión. Hoy en día, se popularizó tanto ésta fiesta que se convirtió en una  costumbre de intercambio de regalos; de salidas desenfrenadas y se creó a santa Claus. Costumbres que con el tiempo el mercado aprovechó para expandir la navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración navideña.
Éstos cambios hacen que se pierda el verdadero espíritu del nacimiento del niño Jesús, haciendo que se adopte otras costumbres, pero ésta en nosotros reflexionar sobre el verdadero sentido de ésta celebración y hacer de ésta tradición una forma de reconciliación y perdón, pero sobre todo hacer de éstas fechas de mucha esperanza y alegría.

Katia Auccahuallpa Luque.