Crónica - MIENTRAS COMUNICO, TRABAJO

El viernes 28 de enero del año en curso, Salí de mi habitación muy temprano con dirección a la UNSAAC, había llegado a las 6:55 de la mañana a la puerta principal, pero me detuve un rato por que me llamó la atención la chica que hacia llamadas justamente en la puerta principal de la UNSAAC.

Observé detenidamente por un largo rato, hasta entonces la hora había avanzado bastante y eran ya las 8 de la mañana, muchos eran mis interrogantes para ella, me atreví a acercarme y preguntarle por su nombre, pero ella me adelantó, ofreciéndome una llamada a lo que respondí con una negativa.

Le pedí que sólo quisiera hablar un rato con ella sobre su trabajo y muy amablemente me aceptó y me pregunto qué quieres saber, y le dije:
- ¿Cómo te llamas?
- Mi nombre es Dina.
- ¿Hace cuánto tiempo trabajas en estas llamadas?
- Hace 3 a 4 años de promedio.

De este modo comenzamos a dialogar más sobre su pasado, desde luego ya se venia lo más importante. Ella había trabajado antes como empleada de hogar en una casa en donde había relación de amistad. Pero lo que le indignaba es que trabajó 4 años por un sueldo mensual de 150 nuevos soles que no le alcanzaba para nada, incluso ella en ese tiempo consideraba que era el mejor pago, lo cual no era cierto; pues en estos tiempos el trabajo más esclavizado, es el de las trabajadoras del hogar, y Dina fue una de ellas.

Quería saber más de ella. Dina con su faz entristecida indica lo mal que había transcurrido en el pasado, - por momentos me sentí culpable por hacerle recordar -, pero aún seguimos dialogando, ella como empleada de hogar tenia que lavar, cocinar, planchar, limpiar, atender, etc. Pero, cuenta ella, que el empleador de entonces ganaba más de 10 mil nuevos soles y ella recibía una miseria. Era suficiente saber de su pasado como empleada y decidí continuar la plática con su actual actividad.

Al querer averiguar cómo ella inició su trabajo independiente con las famosas llamaditas, me dijo alegremente que un amigo suyo le recomendó que esta actividad podría darle buena ganancia y lo más importante es que ella podía ser independiente y así comenzó. “En un inicio yo no sabia ni como marcar el celular, tampoco sabia cobrar, fue muy difícil, pero hoy me siento feliz, no tengo patrón, ese sueldo miserable de quien me trate mal, un horario, etc. Sólo me preocupo de pagar mis celulares y nada más” indica ella.

Dina a pesar de broncearse con el sol. debe pagar 600 soles por sus celulares cada mes, pero de este trabajo le queda entre 600.00 y 700.00 soles por mes, ella tan feliz tiene sueños que aún le quedan por cumplir, estudiar la carrera de turismo, ya que indica "la vida en la calle no es tan difícil para quien lo sabe hacer, hoy me siento alegre por que soy independiente". Aunque muchos ignoramos y dejamos desapercibidos a esas personas ofreciendo las "llamaditas" en las calles, ellas cobrando 50 céntimos por persona, hacen cada día un promedio de 40 a 50 soles en bruto, eso deben sacar para los celulares y para ella, eso no les hace rico ni pobre, aunque mucha gente abusa por que simplemente son ex trabajadoras de hogar, sin embargo eso no les hace bajar el ánimo, siguen luchando en este mundo lleno de necesidades sin hacer daño a nadie y además "el trabajo dignifica al hombre", ¡adelante las Dina¡.