Cultura - LAS MEJORES LETRAS: JOSÉ SARAMAGO

Un amigo me dijo alguna vez, que "existen personas a las que no conocemos y que marcan nuestras vidas sin saberlo", refiriéndose a su escritor favorito y estoy totalmente de acuerdo con él. Hoy quiero presentarles, a quienes no lo conozcan e invitar a leer nuevamente, a quienes ya tengan el gusto, a José Saramago.

José de Sousa Saramago, es un escritor portugués nacido en 1922 en Azinhaga, no visitó jamás el Perú pero luchó por principios que nos son familiares: la democracia, el respeto a las minorías, el respeto a la interculturalidad y las costumbres diferentes, la libertad y los derechos humanos.

Saramago, inició su carrera literaria en 1947 y después de 20 años volvió a escribir, porque simplemente "no tenía nada qué decir y cuándo no se tiene nada que decir lo mejor es callar". En 1998 ganó el Premio Nobel de Literatura, por "volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía" (mencionó la Academia Sueca con motivo de la entrega del premio).

Resulta notorio que Saramago tiene una visión recurrente de la búsqueda de la justicia social en sus obras y es que, su origen humilde y sin riquezas, lo convirtió en un luchador incansable por la igualdad a través, no sólo de la literatura, sino también de la política, lo que le valió muchos problemas. Fue un social-demócrata de palabras y hechos hasta su muerte.

Es probable que en Internet, sobre todo a raíz de su muerte, el 18 de junio del 2010, se pueda encontrar cantidades realmente gigantes de información sobre su biografía, pero si algo especial puedo compartir con quien me lea, es que la literatura de este portugués es un viaje del que nadie que guste de la literatura debe perderse.

Aunque resulte polémico, y tras su muerte haya causado la arremetida de la Iglesia, un libro que recomiendo es "El Evangelio según Jesucristo" de 1991, que narra la historia de un Jesús hombre sin tapujos, sin censuras y sometido a miserias humanas que finalmente supera aún sin ayuda divina.

Su estilo es muy especial, posee un lenguaje sencillo, limpio y casi poético, narra situaciones en que los seres humanos ven probados sus principios por circunstancias complicadas, extremas o fantásticas. Alguna vez leí que Saramago tenía una disciplina muy particular para escribir: cada día cierto número de páginas, no valía la pena escribir menos, y si eran más, no serían lo suficientemente buenas. Con este método ha logrado que cada hoja, de cada novela, sea una aventura que uno no puede dejar de vivir. Personajes cotidianos, parajes que parecen cercanos y hechos que parecen increíbles son la fórmula perfecta de Saramago para conseguir una literatura que es indispensable disfrutar.

A manera de conclusión, quisiera compartir una frase que me parece deben quedarse en nuestras mentes: "Las injusticias se multiplican, las desigualdades se agravan, la ignorancia crece, la miseria se expande. La misma esquizofrénica humanidad capaz de enviar instrumentos a un planeta para estudiar la composición de las rocas, asiste indiferente a la muerte de millones de personas a causa del hambre. Se llega más fácilmente a Marte que a nuestros semejantes." Saramago vivió tratando de cambiar esta realidad, y aunque tocó muchos corazones puede que aún estemos tan lejos de lograr la paz y la igualdad, como lo estamos del Sol.

Por: Stephanie Marissell Manrique Loayza