116

 Por: Darcia Arenas

Muchos describen  y aseguran que los primeros en  llegar a cualquier accidente u otro tipo de inconvenientes, son los hombres de rojo, y es que, ¿quien no quiso ser de pequeño uno de ellos por los valientes y arriesgados actos?, los bomberos voluntarios siguen conservando una visión romántica de lo que significa ser bombero… y es que desde ese momento se convierten en los héroes más cercanos a nuestra realidad.

La seguridad ciudadana que más bien es inseguridad ciudadana, es relacionada por los cusqueños con accidentes, disparos y muertes, por lo que equipan a la policía y al serenazgo con patrulleros, motos y camionetas; pero, la gran mayoría  marca el 116 cuando hay heridos producto de atentados contra personas, entre otros casos  y no llaman a la policía sino a los bomberos porque ellos a pesar de sus limitaciones llegan muchos más rápido.

En Perú, Cusco o cualquier otro lugar tampoco se dan abasto con sólo dos carros de agua y para pesar nuestro, uno que no funciona en toda su capacidad, además, carecemos de un buen vehículo de rescate y  el equipamiento de máquinas y uniformes nos resulta insuficiente. Responde José Antonio Cuba, bombero voluntario.

Hay un proceso de selección para convertirse en bombero, en el que se efectúan evaluaciones médicas, físicas y psicológicas, entre otras, a los postulantes; luego de ingresar, se debe cursar un año de instrucción antes de poder salir a atender cualquier tipo de emergencia.

La seguridad ciudadana no solo engloba a aquellos acontecimientos  como delincuencia, violaciones, sino las  consecuencias que estas traen; la compañía de bomberos seguirá siendo ese ángel de la guarda para todos aquellos que todavía creemos  en los héroes de carne y hueso.