Reencarnación… ¿Una segunda oportunidad?

Por: Daniela Patricia Olivera Ocampo

Para entender mejor el término, reencarnar es volver a tomar una forma material después de la muerte; sin embargo, se antepone a esta idea la condición de que este hecho solamente es una creencia que va tomando algunas características propias en cada religión y en cada cultura.

Ahora, la religión es una forma de vivencia, es una fe en algo trascendental e ilimitado por gente limitada en las condiciones materiales de esta vida. La cultura es propia a cada grupo social y geográfico; sin embargo, cultura y religión tampoco son fenómenos científicos definidos y evidenciables, son solamente eso: creencias.

Entonces, la reencarnación también resulta ser una creencia, igual que una religión o que una cultura específica. Y en efecto, cada cultura y cada religión tienen su propia manera de creer y explicar este fenómeno.

Por ejemplo, en las religiones orientales como el caso del hinduismo, budismo, jainismo, etc.  Dice que la reencarnación o el Samsara es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación; según las buenas o malas acciones, también conocido como el karma se reencarnara en una existencia superior, intermedia o inferior hasta lograr el Moksha o liberación. 

En las religiones occidentales de predominancia cristiana, no aceptan la reencarnación por estar en contra de la biblia y más bien tienen un concepto más negativo, fatalista, referido a la muerte, al mal, a la desgracia, y eso lleva a la depresión y a una manera particular de ser como cultura y como sociedad.

Según  nuestra cultura andina, se decía que la muerta había sido desterrada por un apu bondadoso que veía la tristeza de las personas al perder a sus seres queridos.

También se cuenta la historia de otro apu que al morir una persona reencarnaría al quinto día después de rendir cuentas y demostrar que fue una buena persona.

Tomando como referencia estos ejemplos,  ¿tiene sentido esperanzarnos  en una futura reencarnación?... ¿consuela moralmente el que nos reencarnemos en algo?...

Cada quien podría tener una idea propia, unas con mayor ilusión que otras, otras ideas más desesperadas que otras y tal vez también ideas que pueda maravillar el futuro de nuestra humanidad limitada a la inevitable muerte. Pienso que, cualquier esperanza de aspirar progresos de ser cada vez mejor en una escala universal  y menos fatalismos como a los que estamos acostumbrados, valdría la pena tomarla en cuenta y aspirar a esa esperanza.