Según Juvenal Pacheco “La
sociedad peruana se encuentra en un acelerado proceso de descomposición,
desintegración, caos y corrupción, desde
los poderes integrantes del Estado peruano hasta las instituciones de
los últimos niveles”.
En la antigüedad el objetivo y fin supremo del
Estado Inka era el bienestar integral de la colectividad, pero todo ésto fue
reemplazado por los principios europeos, occidentales y específicamente
principios españoles; cuya prioridad se caracteriza por el individualismo y ésto
se puede observar en nuestra sociedad con lo ocurrido hace poco en Cajamarca;
nuestros gobernantes sólo piensan en los ingresos económicos y no así en el beneficio de la población
cuando esto debería ser lo contrario.
Es muy cierto que el Perú
figura a nivel mundial como el primer productor de plata, el segundo en cobre y
zinc, tercero en estaño, cuarto en plomo, sexto en oro y decimoséptimo en
hierro, además una de las principales fuentes de nuestra economía es la
minería; pero qué sucede cuando nuestros gobernantes tratan de ignorar el
bienestar de la población con tal de generar sólo recursos económicos; pues
sucede que ésto sólo provocará la pérdida de ingresos y la
confianza que depositó el pueblo en ellos.
También sucede que la
población cansada del abuso del poder, se pone de pie para luchar contra ello y
como todo acto tiene consecuencia, un claro ejemplo fue lo acontecido en
Cajamarca con la minera Yanacocha y el proyecto Conga que trajo consigo pérdida
de vidas humanas y afectó a los pequeños micro
empresarios ganaderos y agricultores que no pudieron transportar sus productos debido al bloqueo
de carreteras.
No creo que sea
conveniente esperar a que muchas personas mueran para que nuestros gobernantes
reflexionen y se den cuenta que deben
respetar y pensar siempre en el bienestar del pueblo. Que no sea sólo una frase
en la Constitución Política del Perú que
“el Estado debe velar por nuestra
seguridad” sino que ésta se cumpla.
Carmen Rosa Arias Carazas