Cuando todavía se vivía la
coyuntura electoral, los candidatos a la presidencia como Ollanta Humala y
Keiko Sofía Fujimori con afán de conseguir la confianza del pueblo, dieron
discursos bonitos y prometedores, pero también ofrecieron muchas cosas e
hicieron compromisos a los pueblos a los que fueron.
Especialmente el actual
presidente de la República, Ollanta Humala, fue quien hizo una serie de
promesas y compromisos en las diferentes regiones del país aduciendo su firme
compromiso para con los más pobres y con los “excluidos”, argumentando su
identificación con los más necesitados.
Hoy, ya en el poder, Humala
Tasso es diferente a ese ser que meses antes predicaba ser defensor de los recursos
del pueblo, pertenecer a la izquierda inclusiva y no radical, y que para él, lo
primero era el bienestar de la
población; ahora este nuevo Ollanta simplemente le está dando la espalda
a miles de personas que confiaron en él.
Todo ello se refleja en los
actos que se manejan desde palacio, tales como la concesión criminal e inhumana
de lotes para la extracción de metales a favor de las mineras transnacionales
que no tienen noción del significado que tiene para un poblador el medio en que
vive.
Ya es suficiente con el
incremento del costo de vida, lo único que se logrará, si se siguen asumiendo
este tipo de actitudes con las que todo un país discrepa y rechaza, se tendrán
enfrentamientos y pérdidas que lamentar como es el caso de Cajamarca; se pueden
evitar los problemas mediante el dialogo y la concertación.
Carlos
Jesus Bayro Cuiro