SECRETOS DEL CIGARRO El Fallo Y Yo

Por: Briji Condori Quispe

Me senté largo rato en la puerta de la fotocopiadora de mi prima  Paola, con la esperanza de poder hallar a mi víctima, (alguien a quien entrevistar) , después de dos horas de estar ahí, se me hizo el milagro, apareció Victorino (utilizo su apodo, a petición de mi entrevistado), el entro y compró un par de cigarros, en ese momento me acerque,  y en forma de broma le dije que me ayudara a realizar este trabajo , el cual era  acerca de la adicción al cigarro; el me dijo  sorprendido : “no soy adicto”,  pero que si le gustaba fumar de vez en cuando un fallo (forma de llamar al cigarro).

Entre risas y bromas le pregunte como aprendió a fumar,  Victorino me contó que fue a sus  16 años cuando estaba culminando sus estudios secundarios, por influencia de sus amigos quienes ya estaban en la onda.  Entonces se me ilumina la mente  y le pregunto como  se sintió aquella vez, el me dice: no fue gran cosa era como estar en un fogón e inhalar el humo,  solo que con diferente aroma, me rio porque es curiosa su respuesta; luego de esa experiencia me cuenta que se le hizo habitual fumar o al menos eso piensa.

Ingreso a la facultad de  Ingeniería Civil de la UNSAAC  (Universidad de san Antonio Abad del Cusco),  y hoy, la sensación que produce el cigarro en mi estimado amigo es de relajación, cada vez que tiene preocupaciones o estrés viene a la fotocopiadora de Paola mi prima, y se compra un fallo. Me hace una y otra broma, me toma el pelo diciendo no te hagas no me digas que nunca fumaste me avergüenzo un poco pero al final lo admito. Pues estoy segura que todos los que pasamos por la universidad alguna vez lo hemos hecho.

Casi para terminar con nuestra plática tan amena, me dice que las veces que fuma más, es cuando está en alguna fiesta, llega a fumar hasta 10 cigarros y como mínimo cinco. Es increíble lo que hace con el fallo, puede hacer argollas una tras otra, también cataratas imagínense como se ve aquello. Pienso un rato antes de hacerle una ultima pregunta y la suelto, ¿es cierto que el cigarro te calienta en tiempos tan fríos como este?, se ríe, te calienta el alma, pero el cuerpo no, es algo psicológico lo que sentimos, mas bien es al contrario,  te hacer sentir el frio hasta los huesos (risas). Quedo agradecida con Victorino por el tiempo que me brindó, son casi las nueve de la noche recojo mis cosas y me compro un cigarro para pensar en lo que me dijo.

Es cierto que el cigarro nos puede llevar a la muerte con un cáncer, pero pienso que uno de vez en cuando puede no ser tan malo.