Fiestas del Cusco, arribo de piezas arqueológicas, suspensiones, feriados… ¿Y la identidad...?

El pasado miércoles 22 de junio, en el aeropuerto Velasco Astete arribaron desde la universidad de Yale-EE.UU las piezas arqueológicas pertenecientes al imperio inca, las mismas que fueron encontradas conjuntamente con el descubrimiento de Machupicchu, allá por el año de 1911. Desde ese momento las piezas y demás restos arqueológicos fueron a dar a Estados Unidos con la intensión de ser estudiadas en la universidad de Yale, con la promesa de ser devueltas a nuestro país una ves concluidos estos estudios. 

Es así que tras interminables pedidos por parte de nuestro país para que las piezas sean devueltas, después de casi 100 años estas piezas arqueológicas están aquí, en una fecha muy especial, pues la ciudad del Cusco celebra su fiesta jubilar.

Por tal motivo el último miércoles se suspendieron las labores académicas en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, con la intensión de hacer participar a los estudiantes universitarios en la recepción de dichas piezas arqueológica, en el aeropuerto de nuestra ciudad.

Sin embargo, por la falta de difusión de tal evento, el último miércoles los  estudiantes antonianos asistieron con normalidad, sin poder ingresar a su centro de estudios, pues todas las puertas de la UNSAAC se encontraban cerradas, a  pesar de que la hora de arribo de las piezas arqueológicas, estaba programada para las 7:30 am, muchos estudiantes en los alrededores de la UNSAAC se preguntaban el motivo de la suspensión de las labores académicas.

Las autoridades y administrativos de la UNSAAC, debieron informar con anticipación suspensiones de este tipo, y  mediante los docentes universitarios incentivar la participación de los estudiantes, los mismos, que por falta de organización no asistieron masivamente al aeropuerto Alejandro Velasco Astete.

Estamos en la semana de festejos por el aniversario de nuestra ciudad imperial, por ello se vienen dando feriados y suspensiones de laborales sin explicar el motivo de las mismas; olvidando el verdadero sentido de identidad con nuestra tierra y con nuestras costumbres.