Al fin llego el tan
esperado y ansiado 2012, quien sabe las novedades que nos aguarde este año, las
sorpresas que vayamos a recibir, las nuevas amistades, un nuevo trabajo,
deseando que las cosas malas del año 2011 solo sean un recuerdo y no vuelvan
más.
En ese entender, ¡lo
viejo al olvido y que viva lo nuevo! Porque realmente todo el mundo tiene sus
cábalas para recibir el año nuevo, y los que no, lo esperan de la manera más
alegre posible, en compañía de los amigos, de la familia, de la pareja; todos
listos para abrazarse y comer las 12 pasas y uvas como tradición.
Además, la mayoría
de las personas se visten de lo mejor, ropa nueva, zapatos nuevos, equipos
tecnológicos nuevos, todo nuevo desde el corte de cabello hasta los calcetines,
sin olvidar la ropa interior debe ser del color que significa la suerte es
decir, el amarillo.
También, lo viejo se
suele quemar. En muchas ciudades de
nuestro país se hacen muñecos a base de toda la ropa vieja que se tiene en la
casa, estos muñecos son parte de la fiesta de fin de año, pues la gente quema
todo lo viejo en cuanto a prendas, esperando tener todo el próximo año ropa
nueva.
Sin embargo, dejando
a un lado las cábalas, ritos, rituales, costumbres, bailes, fiestas; recibir un
nuevo año significa más que todo esto, una nueva oportunidad para poder cumplir
metas que no se consolidaron, alcanzar objetivos trazados que no fueron
concretados, y sobre todo recordar realmente cual es nuestra misión en el
mundo.
Se debe dejar de
lado el odio, el rencor, la codicia, la maldad, par ocuparnos en la búsqueda de
lo grande que podemos ser como personas, dando lugar al amor, a la amistad, a la
alegría, a la esperanza y otros sentimientos dulces. El mundo necesita cada día
más de personas con estas cualidades, seamos una de ellas y dejemos lo viejo en
el olvido, deseando que viva lo nuevo y que sea mejor para todos nosotros.
JUAN URIEL VILLENA MARROQUÍN.