domingo

¿La tecnología convierte al hombre en títere?


Carmen Rosa Arias Carazas
 Todos los católicos siempre pensábamos que Dios era el único ser omnipotente quien todo lo ve y lo sabe; pero a medida que fueron pasando los siglos, algo inimaginable y hasta inalcanzable sucedió por obra y curiosidad del ser humano;  la tecnología fue avanzando para satisfacer las necesidades del ser humano como también para tratar de dar respuesta a sus curiosidades; así se fueron creando distintos instrumentos como los satélites, que en un principio eran vehículos lanzados desde la tierra para describir una órbita cerrada alrededor de ella o de otro astro.
Hoy el sistema satelital se ha impuesto para interrelacionarnos, pero también para que se nos vigile, pero ¿de qué?, es una pregunta muy complicada de responder, pero la respuesta la deben de saber muy bien aquellos que tienen el poder.

La otra cara del mundo, títeres de los satélites


Juan Pablo Zúñiga Moriano
Grissa Farfán Villena
Nuevo horizonte el de la realidad virtual, que gracias a los avances tecnológicos es más sofisticada y útil, sin embargo genera dificultades, nuevas formas de coerción y autoritarismo.
No hay manera de que el ser humano no esté conectado con el mundo mediante el uso de las herramientas tecnológicas comunicacionales, además, las personas están vigiladas por los sistemas de tele vigilancia satelital rompiendo así las libertades individuales. El sistema satelital actualmente es manejado por grupos de poder quienes manipulan información y las insertan en las redes sociales.
En este contexto, podemos afirmar que, acerca de este delicado tema no existe información suficiente que ayude a la sociedad mundial a estar al tanto de los avances tecnológicos y el uso de las herramientas tecnológicas.

¿Dios cibernético?


Katia Auccahuallpa Luque
El ojo de Dios está siendo reemplazado por el ojo de la humanidad, es la frase que se repite a menudo en el mundo globalizado al pretender asumir  la tecnología como un dios cibernético capaz de hacer y ver cosas más allá de lo imaginable, nos encontramos ante nuevos desafíos, ante un sistema que de a poco nos consume y nos atrapa en un mundo mecanizado que lejos de acercarnos más a las personas, nos separa de la interacción humana propia del hombre. El sistema satelital ha sido creado para interrelacionarnos más con nuestro entorno, pero también para vigilarnos, por ejemplo los teléfonos, celulares y el internet, son herramientas que hacen estallar los límites del espacio-tiempo y permiten un monitoreo más cercano en relación a las personas que lo usan en nuestro entorno.
Así es que nos encontramos ante medios electrónicos de comunicación, que sustituyen ciertas formas de relaciones sociales.

La humanidad no es del todo poderosa


Liria Alfaro Quispe
Hoy en día la tecnología está inquietando, nuestras pautas sociales, culturales, económicas y políticas, es decir toda nuestra vida humana. Estos avances científicos deben ser una trasformación, pero no una trasformación con autoritarismo y coerción, sino con visones promisorias.
Si bien es cierto, ir en busca de un futuro promisorio, implica una serie de cambios y transformaciones, la humanidad ha contribuido a que estos cambios se den a pasos agigantados e inimaginables, como la revolución cibernética, que mediante la utilización de satélites, han puesto de relieve los problemas que plantean a las libertades individuales y de las naciones. Tanto el internet y otras expresiones de la telemática, han cambiado la realidad del espacio y tiempo de nuestros desplazamientos físicos.

¿Dictadura tecnológica?


Isabel Milagros Hilario Rivera
En estos tiempos tan conflictivos, llenos de cambios sociales, es discutible aquella teoría que afirma la libertad del ser humano desde su nacimiento, cuando lo cierto es que posee una evidente tendencia a vivir sometido bajo ciertas normas y reglas que le marcan desde la cuna hasta la tumba; unas constantes que le empujan a vivir en algo muy parecido a  la esclavitud.
Y es en este punto, en el que hacemos un paréntesis para hablar sobre la unión de la tecnología y las comunicaciones que al parecer son el  centro de atención en el cambio social.  Se ha discutido mucho, si los medios de comunicación son un agente de cambio beneficioso para el desarrollo de la humanidad. Ello, en principio, no se pone en duda; no obstante, parece que estos medios de comunicación están sirviendo en ocasiones más como instrumento de control que como agentes de cambio.

viernes

¿Conoces tus derechos como usuario del transporte?

Verónica Quispe Cárdenas

El transporte público de hoy en día es muy criticado por los usuarios, pero tú ¿qué haces para pedir o exigir un servicio de calidad?, es necesario que las autoridades correspondientes se enteren del servicio que se presta, todo esto desde el trato que te ofrece el conductor hasta el estado en el que se encuentran las unidades de transporte.

Los usuarios o pasajeros tienen derecho a recibir en forma regular, continua, permanente y en las mejores condiciones de seguridad, comodidad, higiene, respeto y eficiencia el servicio público de transporte. Asimismo, los peatones y ciclistas, deben de tener preferencia en la circulación, por lo que los conductores de vehículos deberían tener la consideración debida y tomar las precauciones necesarias para la protección y seguridad de la integridad física tanto de peatones como de ellos mismos.

El transporte urbano es un peligro

 Nohemi Apaza Alata
Son las 6:50 uff, me levanté tarde, hora punta para las combis, los buses vendrán toditos llenos, ya en el paradero pasa uno y no me recoge, pasa otro tampoco me recoge, después de estar parada varios minutos,  aparece el tercero y  por fin pude subir a como de lugar, me colgué como sea de los pasamanos, que aburrido¡¡¡¡… seguían subiendo más y más  pasajeros, no sé cómo entraban, pero seguían subiendo, ya no sentía nada, pareciera que me estarían aplastando y peor aquellos niños que iban al colegio, a mi parecer ya se asfixiaban, mientras el cobrador con su descaro y torpeza seguía gritando ¡avance, avance al fondo, al fondo entran cuatro!. Claro, por supuesto, muchas veces este problema favorece a los delincuentes para hacer sus fechorías, a veces en complicidad con los choferes y los boleteros. El viaje de 15 minutos parecía interminable, el claxon irritable de los carros bulliciosos, los gritos desordenados de los boleteros, estresa. Por fin pasado los treinta minutos pude llegar al paradero final,

Baja uno y suben cinco

    
                                                                                                    Liria Alfaro Quispe
Son exactamente las siete de la mañana, la gente se encuentra en los paraderos esperando los vehículos de transporte público para ir a sus respectivos centros de labores, centros de estudios, etc., estos vehículos se encuentran absolutamente llenos de pasajeros, y a pesar de esto, el conductor detiene el vehículo para que suban más pasajeros, y si baja uno pues suben cinco, esto hace que el cobrador haga toda clase de maniobras para no salirse del bus.
Y si eso ocurre fuera del bus, imagínense ver lo que sucede dentro, las personas están dobladas en dos, una encima de otra, y algo que nunca falta son los robos, nos convertimos en objetos de robos y en presas fáciles de los amigos de lo ajeno, estos aprovechan que los carros estén llenos para cometer sus fechorías.
Eso no es todo, el servicio de estas unidades vehiculares son pésimas, no existe el respeto por parte del chofer, mucho menos del cobrador hacia los usuarios, estos últimos ya no pueden quejarse del servicio, porque al toque el cobrador te responde con una grosería, y si esto no ocurre, te dice que te bajes del vehículo y que mejor te subas a un taxi,

Siempre hay espacio para uno más

Nahary Sofia Cáceres Estrada
Pase al fondo, pase al fondo, acomódese; colabore señora colabore; al fondo entran cinco; no se queden en el pasillo, avancen… estas son sólo algunas frases empleadas a diario en un micro bus, y que en más de una ocasión, ha generado una incomodidad. Pensar en un servicio barato, rápido y relativamente seguro, otorga la capacidad de soportar los agravios y malestares ocasionados al hacer uso de este servicio.
Muchas veces amparados en el argumento de tener el tiempo limitado, o de no contar con más de 0.60 céntimos, nos exponemos a serios riesgos, desde el instante en el que subimos a un bus repleto de pasajeros, en condiciones simplemente inaceptables, a un bus que no brinda las mínimas condiciones de seguridad por la cantidad de años que viene funcionando.

Día día, incomodidad constante

Grissa Farfán Villena
Lunes, primer día de la semana, desperté con esos rayos de sol que entraban en mi habitación; eran las 5:45 de la mañana  y empecé alistarme para ir a la universidad.
A  las 6:30 am, estuve  en el paradero;  eran las  6:47 am  seguía  esperando  y ninguna unidad de la empresa de transporte Imperial se detenía. Desesperada  por llegar temprano a mis clases de las 7:00 am, subí a una combi que no estaba llena.
En el transcurso de la de la ruta, la gente subía y subía, pese a que ya no había espacio, mientras la cobradora a viva voz gritaba que pasáramos al fondo, como si allí hubiera espacio. Incómoda por los apretujones, reclamaba que ya no hiciera subir más, que ya no había espacio y ésta me respondió enfurecida: ¡La gente quiere viajar también, si no le gusta que la toquen, entonces tome su taxi!